Habitamos un planeta maravilloso, el único que alberga vida de todo el sistema solar. La Fundación BIOPARC y los parques de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón se unen a la celebración esta semana de la efeméride de la ONU con la urgencia de movilizar hacia la protección de la Tierra.
18 de abril de 2023. Las condiciones que posibilitan la vida en nuestro planeta son excepcionales. Una impecable composición de factores como la adecuada distancia del Sol y el efecto invernadero facilitan temperaturas suaves; la masa y tamaño son perfectos para que el campo magnético mantenga la atmósfera y la protectora capa de ozono. En conjunto, una combinación y acoplamiento de circunstancias imprescindibles para el surgimiento de agua líquida, oxígeno y dióxido de carbono. Con todo, podríamos decir que la existencia de la vida en la Tierra es una casualidad.
La humana es, posiblemente, la especie más afortunada que habita nuestro planeta y también la que debe asumir la responsabilidad de protegerlo. Desde 1970, cada 22 de abril se celebra el Día de la Madre Tierra con el objetivo de concienciar sobre la importancia de cuidarla. Este año, la ONU ha escogido el lema “invierte en nuestro planeta”, ya sea tiempo, recursos o acciones concretas para asegurar un futuro sostenible. En este sentido, la Fundación BIOPARC y los parques de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón se unen esta semana a esta conmemoración como grandes plataformas de movilización al acercar la belleza de la naturaleza a la sociedad, un primer paso para despertar el sentimiento de amor y respeto hacia nuestro planeta. Mediante la recreación de hábitats salvajes posibilitan descubrir ecosistemas amenazados y especies animales en peligro de extinción, con el propósito de contribuir a su conservación.
Siguiendo el lema de la ONU, los BIOPARC invierten en el planeta Tierra en diversos ámbitos de actuación. Diseñados bajo el concepto de zooinmersión, en los BIOPARC los animales disponen del máximo bienestar y las personas los contemplan como nunca antes, sin barreras visuales, mientras desarrollan el comportamiento propio de cada especie en un entorno naturalizado. En este sentido, convertidos en verdaderos oasis de vida salvaje en el interior de Fuengirola, Valencia y Gijón, se presentan como un medio ideal para despertar la empatía y educar hacia la protección del medioambiente.
En cuanto a las acciones más recientes de preservación activa de especies en peligro de extinción, cabe destacar la creación del CRAMA BIOPARC de Gijón, el centro de recuperación de animales marinos salvajes.
También el nacimiento de numerosas crías, a través de los 100 programas europeos de conservación en los que participan los BIOPARC entre ellas, hitos como las de dragón de Komodo en Fuengirola y elefante africano en Valencia. Y preservando la biodiversidad en los hábitats de origen más amenazados con la colaboración de la Fundación BIOPARC en relevantes proyectos internacionales.