Los recientes acuerdos históricos para la conservación de la naturaleza son fundamentales para afrontar la realidad de que cada 10 minutos desaparece una especie en nuestro planeta.
Para la Fundación BIOPARC y los parques de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón hoy no es un lunes cualquiera, porque hace 23 años Naciones Unidas declaró el 22 de mayo el Día Internacional de la Diversidad Biológica. Una conmemoración que este año vislumbra el optimismo pues, tras años de negociaciones, finalmente se han refrendado dos acuerdos históricos de protección global de nuestro planeta. Antes de terminar el pasado año el Marco Mundial Kumming-Montreal de la Diversidad Biológica concretaba las acciones para detener la pérdida de la naturaleza hasta 2050; y al empezar este 2023 igualmente trascendental ha sido conseguir el Tratado Global de los Océanos que ha fijado el objetivo de proteger el 30% de los océanos en 2030.
La Fundación BIOPARC y los parques de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón apoyan la conmemoración del Día Internacional de la Diversidad Biológica (biodiversidad) como plataformas de concienciación social y con la satisfacción por los importantes nacimientos que aportan esperanza a especies en peligro de extinción.
La biodiversidad es la riquísima complejidad de vida que atesora nuestro planeta. La inmensa diversidad de animales y plantas que podemos contemplar y sus casi infinitas variedades; pero también todos los microorganismos, los distintos ecosistemas, desde las selvas a los desiertos; y el entorno, ya sea agua, aire, tierra, etc. donde todo interacciona. Un conjunto perfecto y único, fundamental para la vida y para nuestra existencia. Los BIOPARC, como parques de vida, nacieron para dar a conocer esta maravilla que nos envuelve y que debemos cuidar.
La ilusión por un cambio hacia la protección del medioambiente llega en un momento crucial, cuando los datos sobre la pérdida de biodiversidad son aterradores: cada 10 minutos se extingue una especie, 150 al día. En ese sentido, los BIOPARC de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón vuelcan su esfuerzo en preservar de forma activa a las especies y los hábitats más amenazados con la participación en los más de 100 programas internacionales de conservación. Desde cada BIOPARC se aporta esperanza con nacimientos muy notables de especies como orangutanes, elefantes, gorilas, tiburones, chimpancés, caballitos de mar o dragones de Komodo.
Del mismo modo es necesaria la actuación sobre los hábitats de origen y esos “puntos calientes de biodiversidad” sobre los que trabaja la Fundación BIOPARC. Desde Borneo a la isla de Flores, pasando por Madagascar, Camerún o Senegal; y también en los entornos más próximos, ya sea Asturias, Comunitat Valenciana o Andalucía. La Fundación colabora con prestigiosas instituciones para revertir la situación de amenaza y deterioro de estos espacios y los animales que guarecen. Y junto a los BIOPARC de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón, trasladan el amor por la naturaleza a miles de personas cada año para que nos comprometamos individualmente en conseguir un futuro prometedor para nuestra casa, el planeta Tierra.
Proyectos para la protección de los hábitats y especies autóctonas: CRAMA BIOPARC.
El CRAMA BIOPARC (el centro de apoyo a la red de varamientos en BIOPARC Acuario de Gijón) posibilita la recuperación de animales marinos salvajes para su tratamiento y posterior retorno al mar. También se trabaja en la cría controlada de diversas especies como tiburones o rayas, donde cabe destacar los corales de profundidad del Mar Cantábrico, muy vulnerables debido al cambio climático, la contaminación y la sobrepesca, por lo que es urgente estudiar su crecimiento y reproducción en un entorno controlado.