El 22 de junio se reivindica la importancia de proteger estos delicados ecosistemas que albergan el 50% de la biodiversidad del planeta. Desde la Fundación BIOPARC, con el apoyo de los parques de Fuengirola, Valencia y el Acuario de Gijón, se participa en acciones directas de conservación de los bosques tropicales con actuaciones sobre algunas de las especies animales en mayor peligro de extinción que los habitan.
Entre el Trópico de Capricornio y el Trópico de Cáncer, encontramos toda una franja del globo terráqueo con unas características climáticas específicas de temperatura, lluvia y humedad, que permiten la existencia de unos ecosistemas absolutamente necesarios para la vida en la Tierra, los bosques tropicales. América del Sur y Central, África y el Sudeste Asiático acogen inmensas extensiones de vegetación impenetrable, verdaderos pulmones que atesoran el 50% de la biodiversidad del planeta y donde se refugian algunas de las especies animales más emblemáticas y en mayor peligro de extinción. Toda esta riqueza natural, que incluye también valiosas materias primas como codiciados minerales, está tremendamente amenazada por la implacable deforestación a la que está sometida desde hace décadas y se estima que podría desaparecer en 100 años. Hoy, 22 de junio, se celebra el Día Mundial de los Bosques Tropicales para reivindicar la importancia de defenderlos.
En el ADN del nacimiento de los BIOPARC, está la protección de los bosques tropicales, con el objetivo de “traerlos” al centro de las ciudades para darlos a conocer a la sociedad y motivar un cambio de actitud hacia su preservación. BIOPARC Fuengirola fue pionero en introducir el concepto de zooinmersión en Europa y se inauguró en 2001 como el primer parque centrado en las selvas del mundo. En el corazón de la Costa del Sol, se abre este oasis que recrea a la perfección las preciadas selvas de Asia, el Indopacífico y África. En este último continente se centra BIOPARC Valencia que incluye también los recorridos por la sabana y la exótica isla de Madagascar, además de los grandes humedales.
Y en BIOPARC Acuario de Gijón, dedicado a los mares y océanos del mundo, tiene un papel protagonista el patrimonio submarino de las zonas tropicales. Desde los grandes lagos africanos, al Amazonas o las cristalinas aguas caribeñas se muestra vistosas especies como el increíble ajolote, las voraces pirañas rojas, singulares peces como payaso, el cocodrilo o el delfín azul de Malawi, además de los reconocidos tiburones.
La otra línea fundamental en el papel de los BIOPARC es promover actuaciones conservacionistas encaminadas a evitar la pérdida de biodiversidad. En este sentido, la actividad de la Fundación BIOPARC permiten llegar a los hábitats más vulnerables para actuar en las selvas donde están desapareciendo especies como orangutanes, lémures, gorilas o chimpancés. Intervenciones que benefician a esos ecosistemas completos, involucrando también a las comunidades locales. Al mismo tiempo, los BIOPARC trabajan para ofrecer el máximo bienestar a los animales y participan en más de 100 programas de conservación de éstas y muchas otras especies.
Ambiciosos proyectos internacionales que tratan de garantizar la supervivencia de estas especies y que están cosechando esperanzadores éxitos como los recientes nacimientos de elefante africano en BIOPARC Valencia o en BIOPARC Fuengirola, los primeros dragones de Komodo de los últimos 10 años en España. Igualmente es reseñable las acciones de recuperación de animales marinos salvajes que lidera el CRAMA BIOPARC. Actualmente aloja una tortuga boba con la esperanza de que, tras su tratamiento, pueda seguir su largo camino transoceánico y regresar a las aguas tropicales de su Colombia natal.